Casa K

Casa K

Una casa para toda la vida. La propietaria, una mujer joven, quería que la vivienda pudiera adaptarse a sus necesidades con el paso del tiempo. Tenía que ser una casa cambiante y versátil, apta para una sola persona, para varios amigos, para una familia con hijos, para una pareja de ancianos solos o con asistencia, etc. Se buscaba una casa donde vivir en un tranquilo entorno doméstico, pero donde también poder trabajar con comodidad, en contacto con el suelo y la naturaleza, y con luz natural en todos los espacios. En definitiva, debía ser una casa adaptada y adaptable, para siempre.

El lugar, en principio complicado por su ubicación y forma, fue más bien una oportunidad para desarrollar el proyecto con mayor intención e intensidad. La parcela, completamente plana, se sitúa a las afueras de la ciudad, en un antiguo pueblo que hoy es un barrio. Al norte, la urbanización limita con una carretera nacional bastante transitada y ruidosa. Por el contrario, al sur se nos descubre la belleza cambiante de la naturaleza, con el sol y las bonitas vistas hacia un antiguo cauce molinar arbolado que a su vez linda con un club social y deportivo vecino. El sitio tiene forma triangular y se estrecha mucho hacia el oeste, lo que complicaba la ocupación física de esa zona.
Estas condiciones llevaron a plantear una casa cerrada casi por completo hacia el norte, para protegerse del clima frío y la carretera ruidosa, pero muy abierta hacia el sur. El proyecto, construido fundamentalmente con un ladrillo de hormigón fabricado por una empresa local, se desarrolla en una sola planta en forma de L. El ala más larga es una casa completa en sí misma, mientras el ala más corta puede acoger distintas actividades complementarias o propias de necesidades futuras.

La estructura, formada por siete crujías rectangulares de hormigón de 6,3×4,5 metros, configura los distintos espacios, algunos de los cuales pueden acoger usos diversos, intercambiables y agrupables según sea preciso. Un pequeño patio arbolado, protegido por una celosía de ladrillo que permite intuir su presencia desde el exterior, recoge los accesos desde el norte y provoca una amplia grieta entre ambas piezas perpendiculares, para posteriormente descubrirnos el espacio principal de la casa, alargado, luminoso y abierto completamente al jardín meridional mediante un plano de vidrio protegido por estores exteriores. Este tipo de elementos móviles, así como el gran aislamiento térmico de toda la envolvente, y la estudiada orientación y disposición de los huecos, ayudan a conseguir una gran eficiencia energética. Los espacios destinados inicialmente a dormitorios, que también pueden acoger áreas de trabajo, biblioteca o juegos, se orientan hacia pequeños jardines laterales, apropiándose de vacíos que de otro modo serían inservibles. Todos los espacios disponen de luz natural, bien desde las fachadas o mediante lucernarios situados en la cubierta.

Clasificación

Vivienda

Lugar

Burgos, España
(42.343420, -3.631380)

Fecha

2020-24

Cliente

Privado. Promotor: Residencial Camino de Santiago

Superficie

207 m2 construidos

Arquitectos

Enrique Jerez Abajo
Rebeca Piedra Dueñas
José M. Méndez Primo

Colaboradores

Agustín de la Torre Gómez
Clara Alonso Martín

Aparejador

José Piedra
Rebeca de la Cal
Javier López

 

Constructora

Residencial Camino de Santiago

Estructura

Rubiera

Carpintería

Carpintería Guada

Ladrillos

Barruca

Mobiliario y equipamiento

Richana

Fotografía

Iñaki Bergera

Casa K